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10 años de Champions of Regnum

Las constantes son algo que no abundan en períodos tan turbulentos como la adolescencia y los primeros años de adultez.

Las constantes son algo que no abundan en períodos tan turbulentos como la adolescencia y los primeros años de adultez. A pesar de que mi caso no es la excepción y de que no existe un vínculo, un plan, un proyecto que no haya mutado desde mis 15 hasta mis actuales 26, esta última década de mi vida sí presenta una constante: Champions of Regnum.

Para quienes no lo conocen, Champions of Regnum es un MMO free-to-play creado por el estudio argentino NGD Studios. Surgió con el nombre de Regnum Online en 2007 y luego de varias expansiones llegó a ser lo que es hoy.

La población del juego está integrada por tres clases: magos, guerreros y arqueros los que, a su vez, depende del rol que tomen en batalla (soporte, DPS o tanque) se separan en seis subclases: conjurador, brujo, caballero, barbaro, cazador y tirador.

El mundo del juego se divide en tres grandes reinos: Alsius, Ignis y Syrtis. Cada uno de estos reinos tiene su zona de guerra y su reino propiamente dicho, protegido por una gran muralla.

El objetivo de cada reino es capturar los fuertes y castillos de la zona de guerra enemiga para romper su muralla y entrar a robar sus gemas.

Una vez en posesión de estas gemas, se debe abrir el portal al Dragón Dorado y pedir un deseo que beneficiará a todo el reino. 

Como jugador, además del RvR, la actividad principal del juego, se puede comerciar los ítems que vayamos consiguiendo mientras llegamos al nivel máximo (60), entrar a peleas PvP en el coliseo de nuestro reino, o participar de instancias como por ejemplo un team deathmatch 4v4 en las llamadas Battlezones.

En 2008 comencé a jugar. En 2009 fue fundado mi clan, Lag’s Speed, y para 2010 lo que sería el core de miembros de Lag’s ya estaba conformado. Poco sabía en esa época lo mucho que cambiaría mi vida formar parte de ese clan.

Hoy puedo decir que varias de mis amistades más queridas surgieron de las incontables horas leveando juntos, peleando codo a codo en guerra, invadiendo otros reinos, comerciando y, todo esto, mientras compartíamos nuestro día a día y generábamos un vínculo tan estrecho que dura hasta hoy, años después de que varios dejaron el juego.

Incluso con compañeros extranjeros, con los cuales no hemos podido reunirnos, generamos un vínculo igual de duradero que hoy no sólo nos permite llamar amigo/a a gente de México, Uruguay y Chile, sino también ver todo lo positivo de otras culturas, las cosas en común con quienes forman parte de ella y lo insignificante de las diferencias que te venden los prejuicios y la cultura de la xenofobia.

Si hago tanto énfasis en mi querido clan y mis amistades al contar mi camino por estos más de 10 años jugando CoR, es porque sin duda nos define como gamers.

Cuando eventualmente el juego deje de existir y cada uno siga su camino, no va a haber drop, batalla, personaje o logro que perdure o aprecie más que estas amistades que tuve la suerte de formar y que, espero, sigan siendo parte de mi vida por mucho tiempo, con o sin Champions of Regnum.

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